No es un título de una novela de Blasco Ibáñez. Se trata de problemas en el tramo entre Grandas y Fonsagrada. Al llegar a Peñafuente (bonita iglesia-refugio), el camino se mete por tierra subiendo por el monte hasta Bustelo. Pero hay máquinas trabajando o destruyendo el camino (¿las autoriadades del Principado lo saben?) creo que para acceso a los aerogeneradores. Ya no solo estropean el paisaje, si no también el camino. El fango pegajoso se te adhiere a las botas, te mancha los pantalones, parecen arenas movedizas. La marcha se enlentece, te cansas de despegar los pies del suelo…